No hay nada más

Es curioso, pero te acabo de encontrar en Last.fm junto con todas esas canciones que acompañaban nuestras madrugadas, las que hacían parte del soundtrack de mis sueños, las que ahora recuerdo con cariño. Las que no escribiste ni cantaste para mí, pero que me mostrabas con tanto cariño, como si me dejaras hacer parte de la historia de las mismas y que de cierta forma y así fuera por un rato, me dejabas protagonizar.

Junto a las canciones vienen los recuerdos y en mi cara se dibuja una sonrisa. No, no te extraño. Te llego a recordar con tanto cariño, que es casi como olvidar las cosas negativas, los hechos lindos se hacen presentes y yo te recuerdo. Pero no siento que me hagas falta. Si había algo que vivir contigo, por mínimo que fuese ya lo viví. Hace rato que me dejaste libre, y te lo agradezco.

Fuiste alguien importante en mi vida. Tan importante que incluso aún  te escribo a ti un par de versos. Pero ya no eres el protagonista de toda la historia. Te escribo como tú no me escribiste. ¿Sabes? Siento que aun nos unen las circunstancias. Aun nos une la música. Y las canciones que nunca escribiste para mí.