Monsters University


Monsters Univesity es de esas continuaciones a las historias inconclusas de nuestra infancia. Al igual que Toy Story 3, nos llegó en el momento preciso, cuando nuestras etapas en la vida se reflejan en los protagonistas. Creamos así enlaces con las películas que hacen que no sean simples historias, son un sello y parte de nuestras vidas.

La precuela de Monsters Inc. nos cuenta la historia de cómo Mike y Sulley se conocen en la universidad. Nos muestra la mejor vida en el campus típico americano, donde es importante hacer parte de un grupo. Es una invitación a la autorreflexión, razonar sobre nuestros ideales y nuestros sueños; con una conclusión bastante desmotivadora, así seamos los mejores en algo, no quiere decir que hayamos nacido para eso.

Mientras Sulley es un estudiante mediocre pero tiene un talento para asustar natural que viene de familia, Mike se esfuerza cada día por ser el mejor asustador. Con el recorrido de la película ambos personajes tienen que enfrentarse a distintos obstáculos para lograr sus sueños: son víctimas del bullying, de una expulsión, pero sobretodo de sí mismos. Especialmente Mike que, por llegar a ser el mejor asustador no se da cuenta que esa no es su verdadera vocación.

¿Cómo le decimos a una generación en formación que no importa todo lo que hagas, si no es lo tuyo no sirves? Arriesgado. Bastante. Ahora, cómo le das a mi generación, una generación influenciada por esa ilusión infundida por el mismo Disney, tal mensaje. Cómo me van a salir con esas a mí. A mis amigos. Me enseñaron a luchar por mis sueños, a hacer algo por ser mejor cada día. A no dejarme vencer de los obstáculos, del bullying de la vida. Me creí el cuento. Soy Mike Wazowski. Vi gente que no se rindió hasta llegar a donde siempre quisieron. Los vi, soñé como ellos. Y ahora, en la mitad del camino hacia lograr ese ALGO, en la universidad, me dicen que no, que si no sirvo intente otra cosa. Que me conforme, que sea feliz con lo que logre así no sea lo que siempre quise.

¿No estamos educando encontes mediocres, personas llenas de miedo en un mundo donde nos invade el propio miedo? Nos gobierna el miedo. Nuestra religión es el miedo. Ten miedo porque no importa lo que hagas vas a fracasar, entonces haz otra cosa. Para eso es el miedo. Está bien, puede que nos estamos comiendo el cuento de que lo que queramos lo vamos a lograr. Puede que seamos excesivamente positivos y lo único que busquen historias, como la de Monsters University es hacernos pisar la tierra y decirnos que busquemos otra cosa pero ¿No es el ideal de la vida eso de darnos golpes pero seguir luchando? ¿Y quién nos dice que lo que queremos no es realmente para nosotros?

Y todas esas preguntas me deja Monsters University. Y la lección, no creas en todo lo que te dice Disney. Desde aquellas  veces en que nos aseguran que íbamos a conocer a nuestro príncipe azul, hasta ésta, en que nos augura un posible fracaso. Ambas son iguales de peligrosas. Ahora, me rehuso a pensar que estoy luchando por algo que no es realmente lo mío. Me ofende. Y sí, puede que me esté equivocando y que le pueda dar la razón a Monsters University en unos 10 años. Pero por ahora no es el caso.

Sin embargo la película me gustó. Más allá del mensaje desmotivador, la historia está bien contada, tanto niños como adultos la disfrutan igual. Me cambió el sabor amargo que había dejado 'Brave', la anterior decepción entrega de Pixar. Y visualmente no nos podemos quejar. Son Pixar, todo está diseñado de forma microscópica de tal manera que en los espectadores se creen sensaciones sinestésicas entre lo que ocurre y lo que podemos ver y escuchar. El diseño sonoro es impecable, muy importante que los personajes que venían de Monsters Inc. tengan sus voces originales. Randy Newman otra vez en la batuta de la musicalización, después de su Oscar por If I Didn’t Have You de Monsters Inc. Los efectos visuales, mi parte favorita. Las texturas, era como si pudiéramos pasar nuestra mano por el pelaje de Sulley, por ejemplo. Por todo esto, la película vale la pena. Es una hermosa nostalgia transmitida a los 11 años que tardó Disney en contarnos esa parte de la historia. Al final la espera valió la pena, haciéndonos sentir un poco más viejos y sobretodo un poco más confundidos.

BE de Beady Eye - Personal review


Es imposible no comparar. Yo entiendo que para los críticos es difícil que Oasis, Beady Eye y Noel Gallagher High Flying Birds sean cosas muy distintas. Que es muy distinto que Liam Gallagher critique a otro artista y que sea detestado por eso a que compone canciones, hace un disco y sea amado por un grupo. Love and hate. Es imposible. Pero el 28 de agosto del 2008, en París la banda británica más poderosa del llamado 'britpop' dividió caminos por mérito de las personalidades turbulentas de sus dos miembros más representativos, los hermanos Gallagher. Liam junto a sus compañeros de banda Gem Archer, Andy Bell y Chris Sharrock se convirtieron en Beady Eye en el 2011. Lanzaron Different Gear, Still Speeding. Noel, por su lado, tomó las riendas de su carrera y como solista creo a Noel Gallagher High Flying Birds, lanzando disco homónimo unos meses después. Pero todos sabíamos que Beady Eye no era Oasis. Ni siquiera Liam era Oasis. Oasis había quedado atrás.

Si hay algo que los Gallagher sepan hacer mejor que armar trifulca es hacer música. Y que lo diga Liam, quien no discrimina para dar opiniones sobre colegas. Las víctimas van desde Robbie Williams hasta Daft Punk, pero no te preocupes querido Liam, aquí no venimos a burlarnos de tus imprudencias sino a comentar sobre tu música. Igual, todos llevamos una Amanda Bynes interna.

BE es el más reciente álbum de estudio de Beady Eye lanzado el 10 de junio de 2013. Ya el público tenía oídos abiertos desde abril, cuando la banda nos dio a probar del trabajo lanzando Flick The Finger, la canción que, además, abre el disco. Y desde entonces la crítica no se hizo esperar con comentarios, especialmente negativos (Y sin criterio alguno, a mi parecer). Por esto, después de escuchar el disco bastantes veces, he decidido escribir mi propia opinión.

¿Qué puedo decir? El disco me gusta. Ese sonido de mediados de los sesentas medio ácido con mezclas setenteras muy británicas, hacen una mezcla diferente de lo que estamos acostumbrados a oir de Beady Eye. Liam se atrevió a dejar que distintos instrumentos a los usados previamente fueran protagonistas con el recorrido del disco como las trompetas, por ejemplo; haciendo un experimento compuesto de todo un despliegue de sonidos. Andy Bell demostró un aporte certero en canciones como Face The Crowd (que, consideraría yo, la más 'britpop' del dico), Soon Come Tomorrow y I'm Just Saying de las que se apoderan los riffs de guitarra que le ponen la firma de Andy. Oh, y las guitarras del resto del álbum son bastante poderosas así sean acústicas como en Ballroom Figured, una balada sencilla, bonita, que no necesitó de ningún otro instrumento. El sonido de los synths es el gran protagonista agregándole el aire psicodélico que hace de BE un viaje, con el toque indie de la mano del productor Dave Sitek. La percusión suena constante y fuerte agregando incluso matices africanos como parte del experimento. Me sorprendí bastante líricamente ya que éste no es el fuerte de Liam, pero me sorprendí de forma positiva escuchando cómo nos traían de vuelta a los años 60, entonces nos invitan a vivir la vida, a atrevernos, a no tener miedo.

Claro, no podemos negar que hay influencia de The Beatles que es muy recurrida por Gallagher desde la época de Oasis. Pero, por favor, negar a The Beatles es como negar a la mamá. Sin duda BE es un disco inteligente, fuerte, arriesgado. Algunas canciones se alejan del sonido característico de Oasis como Love Soul y Flick The Finger (aunque pueda parecer una versión psicodélica de I'm Outta Time por la voz de Kayvan Novak recitando un fragmento del Street Fighting Years: An Autobiography of the Sixties escrito por Jean-Paul Marat). De Different Gear, Still Speeding a BE hay un avismo muy grande.

Quizás lo más criticado por los diferentes medios fue la portada, que muestra a una mujer desnuda reposando en una sábana blanca y exponiendo totalmente uno de sus senos No es mi portada favorita pero diría que es el complemento perfecto para la mezcla de sonidos de épocas pasadas que evoca BE, Different Gear Still Speeding contaba con una portada mucho más creativa, una niña a las riendas de un cocodrilo. Pero quizás la niña creció, se despojó de sus vestiduras y de forma simbólica Beady Eye lo hizo también. Liam se liberó de esos prejuicios que tanto criticaba Noel cuando le sugería que intentaran hacer cosas distintas. Pero eso quedó atrás.

Dice el review de la NME, de esos pocos con los que concuerdo, que Liam nació para liderar. Y a los golpes ha aprendido a saber llevar las riendas de su vida y de su música, ha perdido el miedo y se arriesga. Y le funciona. Sin importar los prejuicios que generan sus comentarios y el reflejo de estos en las críticas de quienes se creen con autoridad para juzgar, a nosotros, los que nos sentimos identificados con Liam, con Noel y con Oasis desde siempre; BE nos dice que jamás nos dejaremos de sorprender, por más que sea imposible no comparar. Pero nos queda claro, Oasis NO es Beady Eye.

BE!