Sobre mi práctica profesional

A petición de un selecto público interesado en conocer el tema, hoy escribo sobre mi experiencia en mi práctica profesional. A muchos les causa curiosidad porque la he conseguido fuera de Colombia muchos no dejen de hacer preguntas. En esta entrada he omitido mis labores específicas como practicante, mi cargo y también nombres propios porque está demás alimentar el morbo de uno que otro chismoso, pero voy a tratar de responder dudas de mis curiosos amigos y conocidos.


Como ya saben, algunas universidades les exigen a sus estudiantes, para poder entregarles el anhelado cartón, un semestre en el que apliquen los conocimientos aprendidos en el transcurso de nuestras carreras profesionales. O lo que uno pretendió aprender. Pues bien, mi querida alma mater no es la excepción, por lo que el primer paso era el obligatorio: conseguir práctica. Mi universidad ayuda con el proceso en una gran mayoría pero los más osados o los más, no sé, desocupados, la buscamos más allá de las posibilidades brindadas por la universidad.

Llegué a mi práctica porque, como nunca, me esmeré buscándola. Hice 5 versiones de Curriculum Vitáe:

1) en un formato standard que nos enseñaron en el Seminario de Práctica Profesional (Una especie de clase obligatoria otorgada por mi universidad que consistía en aterrarnos sobre lo que nos esperaba fuera de nuestra burbujauniversidadprivada) 
2) En un formato que encontré en internet que era un poco más universal.
3) En el formato standard argentino.
4) En un formato gringo, en inglés.
5) En mi propio formato, (porque noté que muchas personas en mi campo tenían una versión propia de su CV un poco más artística)

En total envié cerca de 30 hojas de vida en compañías de Colombia, Argentina, México, Estados Unidos y España. Sí, un poco exagerado, lo acepto. Pero esta el asunto es que quería encontrar la práctica perfecta. Primer error: no existe la práctica perfecta. Existen muchas oportunidades inigualables... que te sacarán lo peor y lo mejor. Es decir, por ejemplo, si en un lugar pagaban muy bien, lo que había que hacer cosas que no eran tan acordes a mis inclinaciones personales. Tan parecido al amor. Además no en todo lado te dirán que sí. De esos 30 lugares, en la mitad no me contestaron. En una gran mayoría me dijeron que no, gracias. Solo con 5 de ellas empecé un proceso de selección.

Que de dónde saqué tantos lugares empresas... buscando y preguntando. Google fue una gran herramienta, me arriesgué escribiendo a empresas que ni siquiera decían que buscaban practicante, pero me dije a mí misma que nada perdía. Le pedí ayuda a conocidos, incluso uno de mis maestros de la universidad se unió a mi búsqueda, y al final hice una lista de posibles sitios para mi futuro trabajo.

Enviar el curriculum fue un proceso largo que inició en septiembre de 2014. Decidí enviar el formato que yo consideré más adecuado a cada una de las empresas pero, eso sí haciendo modificaciones correspondientes a lo que pidieran las mismas. Es decir, antes de enviar mi CV la revisaba y me preguntaba ¿es esto lo que quieren en esta empresa? y hacía las respectivas modificaciones. Lo cuál, siento, fue algo positivo.

Lo siguiente que me ocurrió es que me gusta todo. Sí, me gustan tantos campos, que me pareció un poco difícil a la hora de escoger solo uno al cuál enfocarme. Apliqué para dirección de arte, para diseño editorial, para relaciones públicas, para comunicación interna, como guionista, como copy... Se armó un lío emocional que hacía que me confundiera un poco sobre el campo correcto en el que me quería enfocar en esta oportunidad. Así que mientras seguía procesos con las empresas y hasta que finalmente tres de ellas me dijeron que sí tuve que hacer de tripas corazón y elegir. Tuve razones y variables que justificaban mis elecciones o mis deselecciones. Al final me quedé en el estudio de fotografía.



Hay otro factor importante: el económico. Estoy muy consciente que para hacer una práctica internacional, el dinero -que te ganes y que te gastes- debe ser un factor que no puede afectarlo ni a uno ni a los padres de forma dramática. En mi caso, papá y mamá me apoyaron económicamente con todo. Para ser sincera, en una pasantía internacional no pagan bien. O simplemente no pagan. Digamos que el plus acá es que uno tiene en el CV que hizo una práctica internacional, mas las experiencias vividas, la gente conocida, los lugares visitados, and so on. Y siento que eso tiene un valor que va más allá del dinero. Si alguien quisiera lucrarse con su práctica, he de aconsejarle que mejor la busque en Colombia donde si bien, no pagan mucho, hay probabilidades de que los ingresos sean más rentables. Es que sí, moverse de país implica comprar pasajes, buscarse un lugar para vivir y construir una vida que por unos meses implicará energía y mucho dinero.

Cuando uno ya ha decidido a dónde quiere irse y qué va a hacer, lo ideal es investigar lo que más se pueda tanto sobre el país y su cultura como sobre la compañía donde uno pretende pasar los próximos meses de su vida. A mí me sirvió muchísimo para empezar y afortunadamente encontré información útil en internet. Eso sí, me sucedió que empecé a idealizar un poco mi práctica mientras más leía. Y me la imaginaba perfecta. Y pues... no fue exactamente como la imaginaba, lo que no la deja de hacerla una gran experiencia

Y así fue como pasé 5 meses en Argentina, dentro de mi proceso de práctica profesional obligatoria, en lo que he de suponer que muchas cosas fueron un poco similares a las prácticas de otra gente. Estuvo llena de tropezones, alegrías y, sobretodo, de mucho aprendizaje. Lo que más me gustó de haber tenido esta experiencia es haber visto a los argentinos en acción, que para ciertas cosas se hacen de forma distinta a lo que se hacen en Colombia. Siento que ese es un importante valor agregado, saberse desenvolver en medio de formas de trabajar distintas.

Hablemos de la cultura. En mi caso, vengo de un país hispanohablante a uno hispanohablante y aún así hay unos desfases culturales, tanto en el comportamiento como en el lenguaje que se hacen evidentes con la convivencia diaria. No es lo mismo venir unos días a vacacionar de lo lindo a vivir unos meses inmerso de una forma distinta en el lugar. Es necesario adaptarse al entorno, aprender palabras y expresiones, saber qué sucede si uno hace esto o aquello en público. La familia y los
amigos lo van a juzgar a uno que porque se internacionalizó, sí. Y pues que lo hagan. Es que hablar con un par de palabras adquiridas es una forma de adaptación y está bien (tampoco uno se va a convertir en el más extranjero con el acento y todo porque no estamos para ser posudos). En mí, este problema no fue tan grave, en cuestión de adquisición coloquial del lenguaje. Me trajo un choque social saber que los términos de mi campo de trabajo eran distintos. Entonces me daban instrucciones que yo no entendía, o les hablaba de cosas que los demás tampoco. Y es un poco difícil saber qué se dice igual y qué no dado que no hay un diccionario con términos audiovisuales argentinos y colombianos por lo que me tocó, básicamente, adaptarme dependiendo de lo que se necesitara.

Otro valor agregado es el montón de gente que pude conocer dentro de la industria audiovisual. Al estar expuesta a un medio que requiere de muchas manos, tuve la fortuna de colaborar con (y a) todo tipo de personas a quienes observé trabajando y a quienes pude conocer un poco, y a la vez, ellos a mí. Y en parte, eso se lo debo un poco a la compañía que escogí para hacer mi práctica que es bastante reconocida en Argentina y que trabaja con gente bastante talentosa en cada uno de los distintos proyectos. Y no solo conocí el trabajo de otros, sino que también pude mostrar el mío, lo que hizo que me sintiera más motivada para trabajar en todo momento (y de sentirme presionada, a la vez). Y al final recibí buen feedback de quienes vieron mi trabajo, lo cual, me hace sentir muy bien conmigo misma (sí, siento necesito que me digan que hago las cosas bien. I'm just a little intern).

Trabajar con gente tan dura en el medio no es fácil. Al principio me sentí muy intimidada y mínima, viendo a tanta gente tan buena en su trabajo. Esto, para una persona que recién empieza puede ser algo muy fuerte. Imagínense esto en un país extranjero. Pero entonces aprendí que todo hace parte del proceso. Lo mejor que uno puede hacer es preguntar mucho (sobre todo a estos argentinos que hablan enredado) y como esponjita, absorber toda la información que se pueda. Al final uno tiene unos compinches importantes, y un montón de cosas aprendidas.

De mis jefes solo tengo cosas buenas por decir. (Y agradecer. Sobre todo que no fueran Miranda Presley). Me abrieron las puertas en su estudio, me enseñaron (a como ser y a como no) y confiaron en mí. Todo lo que hacen ellos es realmente inspirador. Tuve la mejor relación con ellos y creo que todo se basó en tener buena disposición y ganas de trabajar. Claro que no todo fue perfecto, y claro que cambiaría algunas cosas. Lo importante es que sé que dejé puertas abiertas en un país que no es el mío y que tengo referencias personales valiosas. Y que si veo hacia atrás sé que todo valió la pena.

Si tuviera que decirle algo a la yo de hace cinco meses es "¡Buena, campeona!" porque de verdad, que fue como de las mejores decisiones que he tomado en mi vida. Se lo recomiendo a quienes tengan la disposición personal y económica de aventurarse e irse a buscar suerte en otro país. Una pasantía es una oportunidad ideal, porque es conocer cómo podría ser una decisión más radical, pero en poco tiempo. Es como algo así como hacerse su propio conejillo de indias y experimentar con uno mismo. Si me tuviera que dar un consejo sería que me relajara un poco. Porque cuando sentía que las cosas no me salían bien me sentía el peor ser humano en la existencia (culpa de los traumas universitarios, pero ese es otro tema). Pero al final, como boba con suerte todo me salió bien. Y sobreviví para contarlo.



P.D. 1: Básicamente mis últimos cinco meses me sentí como Andrea de The Devil Wears Prada, pero con menos drama con mis jefes, menos glamour, menos París (Y menos New York. Pero mucho, mucho de Buenos Aires. And I don't complain)

P.D 2: Si alguien se estrella con este escrito y cree que le puedo ser útil en alguna cuestión sobre el tema, que no dude en preguntarme.
Mi twitter: @AnnieMgz