inconcluso

-Una historia que escribí hace casi un año, que iba a ser publicada en un diario internacional para el que trabajaba pero por cosas de la vida no se pudo. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia...-

Otro monótono viernes. Gaby llegó temprano al apartamento, llovía y tenía pocas ganas de salir. Bajo sus cobijas pensó en él. Como siempre, deseando que él estuviera ahí, con ella. Resignada, acostumbrada a sentir lo mismo, sabía que nunca pasaría. Optó por olvidar por un instante y continuar el libro que había iniciado la semana anterior. Un rato después suena el teléfono.
-Hmmm ¿Esta vez será papá o mamá?
Pero no, para su sorpresa quien la buscaba era él. Ver ese "Juan Mejía llamando..." en la pantalla de su teléfono le sorprendió. Era la llamada que había estado esperando, probablemente había planeado qué hacer en aquel momento muchas veces, pero no se apresuró en contestar.
-¿Estará ebrio o... muy desocupado? naah, a lo mejor me va a pedir un favor...

La conversación comenzó como protocolariamente empiezan todas las llamadas. Pero él empezó el tema:
-Quiero que nos veamos ¿Estás disponible esta noche?
Accedió, con la condición que fuera en su apartamento. Gaby sabía que probablemente se la estaba dejando muy fácil, pero también sabia que le podía sacar provecho a la situación. Si de algo estaba segura era que estaba enamorada, muy enamorada, así se lo hubiera negado miles de veces a sus amigas:
-Estás enamorada , su pudieras ver cómo te brillan los ojos cuando hablas de él
-Por supuesto que no, lo admito, él me gusta mucho, pero decir que estoy enamorada es... algo muy grande.
Era un círculo vicioso cada vez que terminaban hablando de él. Como un guion. Ella lo negaba mientras sus amigas insistían. Pero aún así, ella lo sabía. Era el hombre que ella había buscado toda su vida; tenía gustos similares, podían hablar por horas sin aburrirse de diferentes temas, físicamente le atraía, les molestaban las mismas cosas, a veces incluso estaba segura que podían leerse la mente. Era perfecto. Y por su puesto, estaban enamorados... Gaby de Juan y Juan de... Camila. Eso Gaby lo tenía claro, por lo que no se apresuraba. Sabía que probablemente con Juan sólo podía soñar. Y no le molestaba, tenía claro todo esto.

Otra cosa que Gaby tenía claro; era una miembro más de la lista de "admiradoras" de Juan. Lo entendía. Sabía que era el hombre perfecto para muchas. Ella trataba de no ilusionarse, sentía que ella no podría ser mas especial que todas las demás, pero entonces ¿Para qué la había llamado precisamente a ella? y aún más ¿Por qué quería verla precisamente a ella?
Se alistó para verlo y lo esperó...
Recordó que había evitado hablar con él. Le huía cada vez que se lo cruzaba. Le gustaba tanto, y lo veía tan imposible que lo mejor era olvidarle de una vez por todas. Y por eso no sabía mucho de su vida últimamente. Se cruzaban un par de palabras siempre, pero era superficial. Eso aumentaba su curiosidad...

Tocaron a la puerta, nerviosa, presurosa pero disimuladamente, se acercó a abrir... Y lo vio... su porte, su sonrisa, su mirada... y todo lo que implicaba eso. Gaby sentía que estaba soñando. Se saludaron como un par de amigos, aunque claramente ella tenía ganas de muchas cosas más... Todo a su tiempo - pensaba- todo a su tiempo...

4 comentarios:

  1. ¿Cualquier parecido con la realidad de quién? ¿la tuya? ¿la mía? ¿la de todos? ='( Te quiero mucho, mi vida. Abracito

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  2. ¡Mi Juan! Hay cosas que nos han ocurrido a todos, la realidad es tan subjetiva que termina siendo objetiva y parecida siendo muy similar. Gracias por comentar, y espero que te haya gustado. Te quiero mucho también :)

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  3. Qué buena historia :) aunque me gustaría saber qué pasó después...

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  4. Hey, muchas gracias Liz :) Lo dejo a tu imaginación! ;)

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