No importa

Yo me encontré a mí misma en tu mirada... nunca me pregunté ¿Qué encontraste tú en la mía?
No importa, ya me voy. Siempre se dice tanto, pero es mucho más lo que queda por decir...
Si el silencio es respuesta la tomo y me la llevo conmigo. Te deseo lo mejor.
Que la felicidad se pose en tu alma...
Sueña lejos, en grande... Sueña mucho... Y que uno de esos sueños, sea para mí...
Estas palabras que nacen del fracaso, son solo un abrigo al frío existencial, así que no te preocupes por mí...
A veces me gusta ser tan blanca, casi que de cristal, que se vean mis sentimientos, que no quede oculto nada, de cristal irrompible, hasta el corazón...
Pobresito corazón ¿No supiste qué decir ante tal declaración?
Lo dejaste hablar a él, al silencio, un silencio que grita más que cualquier palabra, un silencio que pesa, que dice que no le importa...
Si no te importa por quien soy o por quien nunca fui...
Y ahora que me voy te digo, que hay caminos que hay que tomar solo, que a veces se requiere de tiempo con sí mismo y nadie más, porque en realidad no hay mejor médico del alma que el alma misma...
Te dejo el cielo, porque siempre será quien nos una y que las estrellas te susurren todo esto que te escribo...


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