Túnel


¿Quién dijo que la luz al final del túnel es señal de peligro? A veces caminamos en la oscuridad porque así nos corresponde. Y seguimos, no porque tengamos plena conciencia de lo que estamos haciendo, sino porque conocemos que ese es un camino para llegar a un fin. Pero a veces la luz aparece mucho antes de que el camino te conduzca a la perdición total. Incluso a la gloria. La luz aparece para sacarte del túnel. Cuando te rindes o cuando ya no hay más túnel. O cuando no estás en condiciones de seguir por ahí.

Algo así me está sucediendo. Y, once again, Annie aprende de sus errores y de los errores de otros. Y estos últimos duelen porque no es culpa propia. Pero digamos que para rencores no estoy, entonces no es tan malo. La luz al final del túnel puede ser sinónimo de cambiar de túnel. Este principio está siendo extraño, pero ya me habituaré al cambio.Yo confío en que el camino no sea tan largo, ni tan culebrero. Ni tan oscuro.

Dicen que cuando se cierra una puerta, se abre una ventana. Pero yo aprendí que las puertas y ventanas de la vida son entradas a túneles. Unos más oscuros que otros. Y a mi me esperan un par de meses en un túnel oscuro pero con agujeros que iluminen un poco. Ya conozco un poco el camino, y lo mejor; es un camino que me encanta.

Y yo sigo aprendiendo. Me alegra que no todo en la vida sea sabido. Que tengamos que esforzarnose y estrellarse y sobarse el golpe. Me encanta porque para eso vivo. Porque no hay probabilidad de dejar de hacerlo. De lo contrario todo sería aburrido. No habría luz al final de cada túnel. No habría iglesias cristianas, pero tampoco universidades y bibliotecas. ¿Para qué? Ya lo sabríamos todo.

Habrá que recorrer el túnel aunque...
La noche oscura, el túnel negro... y yo que no veo.

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