Estoy hecha pedacitos


Ayer intenté empezar un texto pero a todo lo que decía le hacía falta algo, palabras cojas. A veces le hacía falta una mano. Una pierna. Pero nunca estaba completa. Ahora tengo una especie de respuesta. Puedo decir que estoy hecha pedacitos. Pero también puedo asegurar que me siento completita. Necesito armar de a poquitos este rompecabezas. Seguro, todo lo que intenté escribir ayer se resume a este momento. Estoy hecha pedacitos.

Lo bueno de esto es que realmente sé por dónde empezar a armar este rompecabezas. Me siento muy afortunada de tener la certeza de recurrir a las palabras correctas, y de tomar las decisiones adecuadas para continuar por donde quiero andar. La vida no puede ser tan mala.
Igual me siento algo atrapada. Siento que este texto no va a quedar completo por cosas que no puedo decir, porque no quiero, porque no debo, porque no es el momento. Necesito armar el rompecabezas de mi vida y así ir poder ir plasmando todo eso que no está. Casi todo. Me queda claro que no vuelvo a regirme por caminos que la misma intuición dice que no tome. Y sola. Algo que me hace sentir muy estúpida, pero ya eso es normal. Tiendo a tomar las peores decisiones de todas las posibles. Es un talento en mí. Pero supongo que esa es la idea ¿no? Aprender de los errores de la vida.

Por ahora tengo la función de armar cada pieza. De ponerla en su sitio así tome tiempo. De descubrir respuestas, más respuestas. Porque al parecer esa es la función de mi vida. De ser feliz, porque qué mamera estar triste. Y peor, que alguien más lo sepa. Tengo derecho a ser pedacitos y mar de lágrimas de vez en cuando pero no para siempre. Así que here we go again, life…

No hay comentarios:

Publicar un comentario