A pesar de todo, no he dejado de escribirte. Es como si en
vez de ayudarme a superar, el tiempo,
los kilómetros, la música y la ausencia hilaran las letras para mí y las
pusieran en mi cabeza para que con ellas yo construyera una infinidad de versos
solo para ti. Mis palabras que humildemente son escritas en arena, que las fui
volviendo una melodía, que poco a poco les doy sonido fuerte, agradable, van a
volverse tu música favorita y de esa manera van a llegar a tus ojos. Vas a
escucharlas con ellos. Voy a sentarme aquí y con mi piano imaginario de
construiré sinfonías completas a punta de palabras. Y tú me leerás desde allá y
desde afuera el viento te consentirá trayéndote el ritmo que quiero que
escuches. De esa manera quiero robarme
tu atención como te robas la mía cuando con canciones de verdad. Y así, aquí te
regalo mis palabras de nuevo. Versos que se desprenden y viajan a ti en un
pentagrama imaginario, es lo menos que mereces por regalarme la inspiración.
No hay comentarios:
Publicar un comentario