Recuerdo que hace un año lo conocí. Fue de la forma más
casual del mundo. Esta vez no pienso hablar de acciones del universo, ni de
conspiraciones del destino. Esta vez diré que sí, que fue casual, una
coincidencia más de todas esas que nos unen, o mejor, que me unen a él. Lo
conocí un once de marzo, ya entrada la noche, después de un día algo caótico y
en medio de una situación un poco extraña a decir verdad y de la que evitaré
hablar para no refrescar la mente de los intrusos. Odio tener que censurarme en
este espacio, pero no quiero volverlo privado tampoco. No importa, dejaré el
recuerdo de ese día para mí.
Como venía diciendo, era once de marzo. Como la canción de
La Oreja de Van Gogh “Mi vida ha cambiado, un día especial este 11 de marzo”. Bueno,
no tan así, pero tengo que admitir que ese día me di cuenta de muchas cosas en
mi vida así que conocerlo fue solo una causa a lo que se vendría. Hace unos
días lo recordaba a él como quien no tiene en otra cosa en qué pensar y
recordaba aquel día en que lo conocí. Justo suena esta canción a la que, aunque
no lo creyera, le había prestado la debida atención pero no la suficiente. Sí,
y lo digo porque me concentré más en la composición armónica y perfecta que
hace LOVG en sus canciones y en ésta en especial por la historia tan trágica
que cuentan sus letras. Aquel 11 de marzo del 2004 en Madrid, cuando una chica
que todos los días toma el mismo tren, al fin se decide hablarle al chico que
le gusta quien, al igual que ella, toma de forma rutinaria el tren. Ambos
descubren que el sentimiento es mutuo, hasta que ocurren los famosos ataques
terroristas del 11 de Marzo. La chica pierde la vida.
Cuando sonó la canción en aquella ocasión olvidé por unos
momentos mi 11 de marzo para recordar la triste historia detrás de la canción.
Así de despistada soy, pero así lo prefiero a veces. Sin tanto drama, ni tanto
escándalo ante hechos que no son nada más que encarnaciones pero de ilusión. Al
llegar a esta parte donde nombran muy claro la fecha me estremecí, me burlé
internamente de mí misma por dicha asociación tan banal y estúpida. Me alegré
de tener otra historia que contar. Y finalmente concluí.
Esta canción borda una moraleja importante más allá de la
triste historia: Aprovechar las oportunidades antes de que se esfumen, decir lo
que sientes por alguien cuando puedas porque después puede ser muy tarde. Sí,
puede ser algo cliché, y de cajón pero con lo testaruda que soy no presto
atención. Hoy pienso mucho el hecho de haberlo conocido un 11 de marzo, lo que
ocurrió ese 11 de noviembre (esto hace parte de otra historia...) y todo lo que ha pasado hasta ahora. Hoy pienso que
me alegra tomar las decisiones que tomé. Que hice lo que pude y que ahora actúo
por bien de muchas cosas.
Últimamente estoy denigrando un poco de estas pequeñas
anécdotas que me ocurren. Ah, ya me uno a los que las escuchan pero igual
piensan que son estúpidas. Sin embargo no me amargan del todo, pienso que
aunque ocurren porque definitivamente tengo una imaginación para hacer relación
de magnitudes ridículas, a veces sonrío, a veces escribo. Y me gusta que sigan
ocurriendo. Lo que más me asusta no es que pasen, sino que algún día dejen de
pasar.
Anochecer chapineruno...
Ay no, primero que todo, debo decir que amo la Oreja de Van Gogh, nunca había entendido el significado detrás de la canción, eso pasa cuando se escucha por escuchar XD. Tus pensamientos son muy lindos, cualquiera llegaría a sentir rencor de las circunstancia, pero tú no. Sabes que estoy totalmente de acuerdo en tomar las oportunidad, incluso puedo verme metida en situaciones extrañas a causa de eso, pero bueno, así es como somos, ¿no? :)
ResponderEliminarBaby!!! Muchas gracias por comentar :) Sé que amas la oreja de Van Gogh, yo siempre he pensado que es una gran banda, me gustan las letras la armonía instrumental. Tú sabes es muy extraño que sienta rencor por alguien, me parece que es gastarse por cosas que no lo valen. Sabía que me apoyarías en lo de no quedarse con las cosas, que hay que hablarlas y pues, todo irá pasando como tiene que pasar... Conozco tus casos y esas situaciones extrañas en las que te vez involucrada no son sino oportunidades para aprender. Somos un par de valientes :) Yo te admiro a ti por eso, y así es, así somos.
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